pintura. Los escultores nunca renunciaron a la inspiración grecorromana, tanto
en iconografía como en formas, y las obras resultaban frías. Pero a partir de
1810 de manera progresiva se fueron sustituyendo por elementos contemporáneos.
El escultor más importante fue François Rude (1784-1855) a quién se debe como
obra maestra el grupo "La partida de los voluntarios en 1792", relieve
conocido popularmente como "La Marsellesa", que realizó para el Arco de
triunfo de La Estrella de París. Al servir de adorno a una obra neoclásica,
mostraba ciertos condicionamientos, en el vestuario y en la disposición
triangular de los personajes. En ella se apreciea sensación de movimiento y
tensión dramática; también existe un efecto pictórico de los claroscuros. En
esta escultura se aprecia ya un claro sentimiento romántico de exaltación de
los valores nacionales en esta alegoría del pueblo francés revolucionario,
dirigido por el Genio de la Patria, encaminándose a defender la República.
Se hicieron también esculturas de animales -panteras, tigres, etc.- que
manifestaban el gusto por el movimiento y la tensión muscular. Eran esculturas
decorativas para los interiores burgueses, casi siempre realizadas en bronce.
Destacó Barye (1786-1875)
Está bien consultar fuentes, pero es conveniente elaborar la información obtenida y ofrecer textos de creación propia. Copiar-pegar no es el objetivo que perseguimos con este tipo de trabajos.
ResponderEliminarHacete culiar
Eliminar